1. DEFINICIONES
OPERACIONALES:
Es evidente por las
diferentes investigaciones que es necesario proteger y estimular adecuadamente
el organismo durante su periodo de crecimiento con el fin de prevenir daños en
el desarrollo físico, mental y social, particularmente en la edad en que el
sistema nervioso central está en desarrollo y es moldeable, fácilmente accesible a los estímulos, con lo
cual se lograría la potencialización máxima de las condiciones físicas y
mentales del niño.
El tipo de estímulo
cognitivo y el cuidado físico debe ser organizado, apoyado en técnicas
con bases científicas que se han empleado para lograr un óptimo cuidado,
mirando las pautas de desarrollo, físico y mental del niño. Esta estimulación
debe ser sistemática y secuencial en la medida que cada paso que el niño da en su desarrollo, le
continúa otro que igualmente precede a nuevos cambios. Las actividades no
forzarán a desarrollar conductas que no le corresponden a su edad y maduración para no crear ni su rechazo, ni la frustración
y perdida del estímulo que produce la no-realización de estas.
A continuación se
presentan algunas definiciones operacionales:
Estímulos: Son aquellos impactos que producen
una reacción sobre el ser humano, es decir, una influencia sobre alguna
función; éstos pueden ser de distinta índole, tanto internos como externos,
físicos como afectivos: la caricia, el ruido, el silencio, el dolor, la lluvia,
el sol, la risa, la voz, todos los objetos y los seres vivos.
Coordinación: Conjunto
de movimientos que se adecuan al fin deseado.
Crecimiento: Desarrollo
del ser vivo, que comprende, en el caso del hombre, el desarrollo somático y
psíquico. No es un proceso uniforme, sino que en determinadas épocas lleva un
curso más acelerado que en otras.
Desarrollo: Serie
de cambios que experimenta el ser vivo desde su generación hasta su madurez.
Destreza: Agilidad.
Hipertónico: Tono
muscular aumentado o “tieso”.
Hipotónico: Sin
tono muscular, fláccido o “flojito”.
Inhibición: Acción
y efecto de suspender una función del organismo.
Onomatopeya: Imitación
verbal del sonido de una cosa o de un animal.
Periodo crítico: Momento en que los eventos ambientales pueden ejercer una
influencia reguladora sobre los procesos del desarrollo.
Reflejos primarios: Reacciones propias del recién nacido desencadenadas por falta
de inhibición del cerebro inmaduro.
Sedente: Que
está sentado.
Sensopercepción: Las sensaciones que se perciben a través de los órganos
de los sentidos (oído, nariz, ojos, lengua, piel).
Signos de alarma: Alteraciones en la forma de comportarse del niño que al presentarse,
permiten identificar a tiempo, algún problema en el desarrollo para ayudarle
antes de que éste se agrave.
Reflejo
de prensión palmar:
Consiste en el cierre automático de los dedos cuando se estimulan las palmas
del bebé. Esta prensión es tan fuerte que permite levantar al niño cogido de
los dedos del evaluador y persiste hasta el primer trimestre.
Reflejo
de succión: Consiste
en la conducta de succionar cuando algo le roza la región peri bucal. Su
principal función es posibilitar la alimentación.
Reflejo
de apoyo y marcha: Se
presenta si se mantiene al niño parado y sus pies entran en contacto con una
superficie, se observa que él bebé trata de apoyarse en ella y si se le da un
balanceo corporal adelanta alternativamente un miembro inferior semejando una
marcha.
Reflejo
de moro: Llamado
reflejo de sobresalto, se presenta cuando colocado el niño de espalda,
tranquilo y se le golpean simultáneamente ambos lados de la cabeza, el infante
extiende los brazos y los dedos hacia los lados para después, recoger los
brazos y las manos en dirección de la línea media corporal, como si estuviese
tratando de abrazar a alguien; sus piernas ejecutan un movimiento similar.
Reflejo
de prensión plantar:
Semejante al de prensión palmar, se logra su aparición rozando con un objeto la
parte lateral de primer dedo del pie del niño; los cinco dedos se flexionan
tratando de presionar.
Reflejo
ocular: Consiste en
el cierre de los parpados ante una luz intensa.
Reflejo
de landau: Se observa
cuando se suspende al niño en posición dorsal, entonces su cabeza se eleva y
los pies y brazos se extienden. Aparece a los cuatro meses y persiste
hasta el primer año.
Reflejo de babinski: Consiste en la
extensión de los dedos del pie, la abducción y extensión del hallux (primer
dedo del pie) al estimular la planta del pie. Este reflejo da lugar al reflejo
de prensión plantar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario